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La escuela inteligente

Cómo usar lo que sabemos.
*David Perkins

Síntesis
Las escuelas han logrado cosas inimaginables en el pasado, pero hoy nuestros sueños son más ambiciosos. Queremos escuelas que brinden conocimientos y comprensión a un número de personas con distintas capacidades e intereses provenientes de medios culturales y familiares diferentes.

No obstante, se suele decir:”No sabemos lo suficiente”. Sin embargo, se trata de una postura equivocada. Todos deseamos saber y comprender más, pero lo que ya sabemos alcanza y sobra para mejorar la educación. En el último cuarto de siglo los psicólogos han llegado a comprender en profundidad el proceso del aprendizaje y sus motivaciones. Los sociólogos han estudiado el funcionamiento de las escuelas públicas y de sus aulas y han averiguado por qué son renuentes al cambio y cómo se puede propiciar. Las innovaciones pedagógicas en otros países nos permiten comparar nuestras experiencias con las de otros contextos y culturas. Sabemos mucho de cómo educar bien.

El problema se reduce a lo siguiente: no aplicamos nuestros conocimientos. En la escuela de los barrios residenciales, en la escuela del centro de la ciudad, los maestros enseñan y los alumnos aprenden como hace veinte o cincuenta años.

Lo que nos falta en cantidades colosales, no es el conocimiento sino el uso del conocimiento. Necesitamos escuelas que día a día pongan en práctica lo que entendemos por “educar bien” . Llamaremos “escuelas inteligentes” a las que se mantienen atentas a todo posible progreso en el campo de la enseñanza y del aprendizaje.

La escuela inteligente debe poseer tres características:

Estar informada: en la escuela inteligente, los directores, los docentes e incluso los alumnos saben mucho sobre el pensamiento y el aprendizaje humano y sobre su funcionamiento óptimo. También saben mucho sobre el funcionamiento óptimo de la estructura y de la cooperación escolar.
Ser dinámica: este tipo de escuelas no necesita sólo información sino un espíritu enérgico. Las medidas que se toman tienen por objeto generar energía positiva en la estructura escolar, en la dirección y en el trato dispensado a maestros y alumnos.
Ser reflexiva: la escuela inteligente es un lugar de reflexión en la doble connotación del término: atención y cuidado. En primer lugar quienes la integran son sensibles a las necesidades del otro y lo tratan con deferencia y respeto. En segundo lugar, la enseñanza, el aprendizaje y la toma de decisiones giran en torno al pensamiento.

Informada, dinámica y reflexiva, tales son las características de la escuela inteligente. En la mayoría de las escuelas, los directores, docentes y alumnos carecen de información suficiente sobre la enseñanza, el aprendizaje, el pensamiento, la colaboración y otros elementos indispensables para un funcionamiento optimo. Los niveles de energía son generalmente bajos, las frustraciones son incontables y, lo que es peor el pensamiento no ocupa un lugar esencial ni en el proceso de aprendizaje ni en el trabajo en conjunto.


Las metas: hacia un conocimiento generador.
¿Qué esperamos de la educación? Sino sabemos lo que queremos y no tratamos de obtenerlo con inteligencia, imaginación y compromiso, es poco probable que encontremos la respuesta.

La escuela no debe limitarse exclusivamente a la enseñanza de la lectura, la escritura y la aritmética, y para ellos se proponen tres metas generales, estrechamente ligadas con la esencia de la educación.

Retención del conocimiento: El hecho de estudiar para los exámenes no significa gran cosa, a menos que los alumnos recuerden esos conocimientos cuando los necesiten en el futuro.

 

Tres metas generales de la educación difíciles de refutar:
*Retención del conocimiento.
*Comprensión del conocimiento.
*Uso activo del conocimiento.

Además de estas metas, existen otras igualmente fundamentales e irrefutables, postula tres objetivos:
1º Adquisición de un conocimiento organizado.
2º Desarrollo de la habilidad intelectual.
3º Comprensión más amplia de ideas y valores.

Principios generales que reflejan la nueva concepción de la enseñanza y el aprendizaje para que cualquiera pueda aplicarlos donde lo juzgue conveniente. 1.-Las campanas de alarma. Las deficiencias en la retención, la comprensión y el uso activo del conocimiento están bien documentadas y es posible que incidan desfavorablemente en el desarrollo económico.

2.-La enseñanza y el aprendizaje: La teoría Uno y más allá de la Teoría uno. Si los alumnos van a aprender reteniendo, entonces habrá que prestar más atención a ciertos principios básicos y bien establecidos de la enseñanza y del aprendizaje, que habitualmente no se toman en cuenta, incluso en los ámbitos innovadores.
3.-El contenido: hacia una pedagogía de la comprensión.

4.-El currículum: la creación del metacurrículum. Han investigado cómo se piensa y de qué manera se puede aprender a pensar mejor.
5.-Las aulas: el papel de la inteligencia repartida. La visión revisionista de la inteligencia, es propio de las personas el pensar cooperativamente.
6.-La motivación: la economía cognitiva de la educación, construir una economía cognitiva que sustente la enseñanza y el aprendizaje reflexivos.

7.-  Las cinco dimensiones claves: del cambio educativo: instrucción, contenido, currículum, organización del aula y motivación.
8.-El desafío de un cambio en gran escala. De la escuela que fomenta la cultura de la enseñanza y el aprendizaje reflexivos.

 

 

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